Dra. Noemí Lucila Castillo Jaén
El liderazgo es una competencia socioemocional que necesitamos todos y que integra las habilidades de humildad, empatía, rendición de cuentas, resiliencia, transparencia e inclusión.
Empecemos por la humildad. Todos los seres humanos tenemos fortalezas y debilidades. A veces hacemos cosas bien y en otras cometemos errores y admitirlos demuestra valentía. Además, tanto en la escuela como en la vida aprendemos de los errores y aceptarlos con sencillez es necesario para nuestro crecimiento y madurez emocional.
Empatía significa salirse de uno mismo para entender al otro. Esta habilidad refleja un grado importante de madurez emocional. Significa descentrarse de su propia experiencia -que a veces generalizamos-, para entender otras realidades y personas. Expresar empatía hacia los otros es una muestra importante de valentía y una habilidad clave en el liderazgo.
Rendición de cuentas es una habilidad crucial para generar confianza, respeto y credibilidad. Las personas que rinden cuentas con honestidad, que se responsabilizan por sus acciones ejercen un claro liderazgo y reciben aceptación tanto de su familia como de la sociedad. Hacerse responsable de lo que hacemos demuestra la madera de la cual estamos hechos.
Resiliencia es una habilidad inherente a la naturaleza humana, a su capacidad de adaptarse a circunstancias adversas, de sobrevivir a los fracasos, las frustraciones y a los embates de la vida. Aprender de la caída y levantarse más fuerte, con más experiencia y con mayor seguridad. Los líderes deben ser resilientes. A veces no se gana la primera vez, no se consigue lo que queremos, pero los fracasos, las pérdidas y las frustraciones se superan y se vuelve a empezar para hacerlo mejor.
Transparencia es un valor fundamental del liderazgo. Significa ser honesto, verdadero. Mantener el valor de la palabra. No hay mentiras blancas, hay verdades y realidades. Esta habilidad de liderazgo es una parte crucial de todos los líderes religiosos, políticos, sociales, y de cualquier orden.
Vivimos en un mundo inclusivo, significa aceptación de las diferencias y exclusión de prejuicios. Es una habilidad que se relaciona con la equidad y la empatía frente a seres humanos que son diferentes de nosotros y la inclusión nos da la visión de integridad y de amor la humanidad. Estas habilidades en conjunto forman parte del liderazgo inspirador que necesitamos en las familias las escuelas, organizaciones y la sociedad en general. Las habilidades se aprenden. Solo hay que practicarlas.
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