Dr. Miguel Ángel Cañizales M. Catedrático de la Facultad de Psicología. Universidad de Panamá.
La era de la postpandemia [de Covid-19] está dejando una crisis de salud mental en niños, niñas y adolescentes a nivel mundial por el tipo de confinamiento que fueron sometidos contra natura. El ser humano tiene un comportamiento gregario desde el punto de vista antropológico, Panamá no escapa de esta realidad, lo que ha llevado a organismo internacionales como la OPS, a ofrecer orientación y apoyo para abordar esta problemática.
Recientemente salió un informe del World Vision y War Child que revela que el 57% de las niñas y adolescentes encuestadas en Panamá manifiestan afectaciones psicoemocionales. Es urgente realizar un cambio de paradigma en la metodología de enseñanza en la educación.
Anterior a la pandemia no había diferencias significativas en estos dos modelos teórico de aprendizaje (rigor académico versus Psicoemocional). En la postpandemia se empiezan a realizar investigaciones sobre está temática, BM, (2021) alerta y recomienda prestarle más atención al aprendizaje psicoemocional que al método de rigor académico en la educación, hay que buscar equilibrar estos procesos. Empieza a surgir un nuevo paradigma que enfatiza más en lo psicoemocional que el rigor académico en la educación de nuestra juventud.
El bienestar emocional y mental de los estudiantes es fundamental para su desarrollo integral, el bienestar del niño y su éxito académico a largo plazo.
En lo que algunos han denominado aprendizaje efectivo, los estudiantes se sienten más seguros, apoyados y emocionalmente equilibrados, se encuentran en una mejor posición para aprender de manera efectiva.
El estrés, la ansiedad o la falta de atención a las necesidades emocionales pueden interferir con el proceso de aprendizaje y dificultar el acceso a la información académica. Es importante tener un ambiente emocionalmente seguro, básico para crear un clima en el salón de clases que sea estable, donde ellos se sientan cómodos expresando sus emociones y compartiendo sus pensamientos, ideas y opiniones sin temor a ser juzgados o ridiculizados.
La educación psicoemocional es un enfoque centrado en desarrollar la inteligencia emocional, las habilidades sociales y la autoconciencia en el aprendizaje. Su objetivo es ayudar a comprender y manejar sus emociones, construir relaciones positivas y tomar decisiones responsables. Si bien ambos tipos de educación tienen sus beneficios, es complejo decidir cuál tiene mejores resultados. El rigor académico es importante para desarrollar habilidades de pensamiento complejo, crítico y prepararlos para la universidad y el trabajo.
La educación psicoemocional, ayuda a los estudiantes a desarrollar habilidades para la vida que impulsa a tener mayor éxito y felicidad en todas las áreas que se desempeñe. Para salir de esta reflexión dicotómica es mejor utilizar un enfoque hibrido incorporando estrategias de ambos tipos de educación en el aula de clases.
* El autor es exministro de Educación de Panamá y catedrático universitario.
Articulo publicado en Metro Libre véalo aquí
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