Por Dra. Adriana Shaik de Sandoval. Psicóloga Clínica
Los seres humanos han experimentado múltiples tragedias y desastres a través de la historia, y millones de personas se han visto afectadas severamente por estos eventos. Los sobrevivientes suelen arrastrar sufrimiento y dolor durante toda su vida. Inicialmente el TEPT fue diagnosticado como: Fatiga de batalla, fatiga de combate, síndrome post Vietnam, neurosis traumática, y neurosis de guerra.
En 1980, el DSM-III, reconoció por vez primera el TEPT como una entidad diagnóstica diferenciada y fue categorizada como un trastorno de ansiedad por la presencia de ansiedad persistente, hipervigilancia y conductas de evitación fóbicas. Holmes, 1985, señala que existen evidencias de reacciones postraumáticas que se fundamentan en las reacciones de los soldados durante el combate.
En 1994, se publican El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM- IV) y la Clasificación Internacional de las enfermedades (CIE-10) en donde aparecen avances e investigaciones realizadas en torno TEPT. El DSM V señala que el TEPT es una enfermedad de salud mental desencadenada por una situación aterradora, ya sea que la hayas experimentado o presenciado.
Es un conjunto de síntomas que se hacen presentes en los pacientes luego de haber vivido un evento o un acontecimiento extremadamente traumático, en el cual sintió en peligro su vida o su integridad física.
Tipos de eventos traumáticos: Combates de guerra, accidentes en medios de transporte, desastres naturales, ataques físicos y sexuales, enfermedades y muertes inesperadas de personas queridas. Divorcio, fracaso laboral, bulling, observación de accidentes o muertes de otros.
Estos síntomas se agrupan en tres grandes bloques: (1) Re-experimentación del evento traumático: Flashbacks, pesadillas. (2) Incremento Activación: Irritabilidad, impulsividad, insomnio. (3) Conductas de evitación y bloqueo emocional: Huída y rechazo a situaciones,
ataques de pánico, depresión, conductas de miedo o evitación.
Las terapéuticas más utilizadas para el tratamiento del TEPT son: Terapias farmacológica,
Cognitivo-Conductual, Psicodinámica, e Hipnoterapia. Joseph Breuer descubrió que con el método hipnocatártico se pueden eliminar los síntomas patológicos del TEPT.
Las sugestiones hipnóticas permiten estabilizar al paciente, proporcionan estrategias para
tener acceso a recuerdos dolorosos y traumáticos, sirven para el manejo del estrés, incrementa la autoestima, seguridad, autocontrol, y combate síntomas como la ira, agresividad, ansiedad, insomnio. Es importante resaltar que hipnoterapeutas calificados pueden ayudar a las víctimas que padecen TEPT a afrontar la tragedia y continuar con una vida normal y satisfactoria.
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